Los pilares se vuelven a recomponer. No hablamos de ganar ligas ni partidos. Hablamos de estar cómodos en pista y hacer bien las cosas. Simplemente esa ecuación hace que la tranquilidad y el buen hacer sumen sensaciones positivas y por ende, llegan los resultados.
El salto cualitativo y competitivo con respecto la semana pasada es alto, pero si lo comparamos con el partido ante Los Hombres de Alberto es abismal. Nada que ver. La cara y la cruz. Van pasando las semanas y todo funciona. Coherencia en el grupo y en el juego, solidaridad y concepto de equipo. El baloncesto no es más. El camino es el que se ha mostrado hoy. No entro en detalles del juego ni en movimientos tácticos, que por cierto, han salido todos a la perfección, sino que entro en el juego defensivo. Dejar al equipo trianero en un punto en el primer cuarto y en dos en el tercero, es de hacer las cosas de 'mamaso' como diría el ínclito de Joaquín Caparrós.
No destaco a nadie. Hablo de equipo, de grupo, de plantilla. Rotaciones cortas y largas y con los jugadores ahora sí, asumiendo su papel en cada momento. Si asumes eso en una plantilla de 15 jugadores ya no solo eres un buen compañero y jugador, haces mejor al equipo. De sobresaliente Martín a su vuelta a una pista tras su paternidad y lesión en el codo. De sobresaliente Rafa y David, sacrificándose tras sus achaques en la semana. Esa maldita sempiterna lesión de espalda que tanto nos agobia ya a todos. De Alberto 'manostijeras' que tras tres partidos de ausencia con sus dedos en carne viva, asume y sacrifica. De Amador, Juanjo, Kike, Mario, Popi y su muñequita. De Juanma, 'cuánto te echábamos de menos'. De Pablo, que viaja cada fin de semana desde Córdoba. Y de los que no estaban pero están y estarán. De la conexión Ubrique y de nuestro ladrón de guante blanco, Paco. Todos suman. Nadie resta.
Pilares consolidados de cara al tramo final de liga. Buscar y fortalecer el 'play off' ganando los próximos partidos ante Vedruna y Alcosa-Farsos.
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