A esta hora del día, nuestro amigo Charly se acabará de despertar, se habrá puesto la batita señorial de marras y se estará metiendo entre pecho y espalda una buena ‘tostá’ con aceite. Todos pensaréis que el ‘10’ de Mireste se nos ha convertido, de la noche a la mañana, en un Pocholo de la vida; pero no es así. El jugador que menos minutos juega del equipo ha cruzado el charco... y como salta tan poco, se ha ahogado. No, en serio; Charly está en Nueva York con parte de su clase, Luis y Yera. ¡Vaya cuadrilla!
Sinceramente, no sé qué estará haciendo ahora mismo el mayor de la saga de los Abrahams; no obstante, estoy convencido de que en la tierra de los yanquis poco oro líquido va a catar. Allí se hace casi todo con mantequilla, ya que un litro de aceite costaría un tercio de la mitad más un cuarto de la ficha de Kobe Bryant. Es decir: una barbaridad. Vamos, sale más rentable que Charly nos traiga a cada uno una equipación de los Knicks o un ‘cachito’ de la Estatua de la Libertad. Que conociendo a Mr. Álvarez... Impossible is nothing.
En este momento, y a pesar de que llevo escritos dos párrafos, muchos os preguntaréis qué hago aquí. La respuesta es sencilla: esto no es más que una petición expresa de Charly, que me ha confiado la web durante su ausencia. También ha dejado a mi cargo la PS2, una colección de bufandas de fútbol, los ahorros de un año, el libro de Maldini, los 5 Tours de Indurain en DVD, un balón de baloncesto y la pizarra de marras. Espero que el avión de vuelta se choque... digo... que tenga un plácido viaje de regreso.
Plácida no sé, pero la marcha de Martín del equipo ha sido cuanto menos sorprendente. No quiero dejar escapar la oportunidad de desear toda la suerte del mundo a nuestro amigo y compañero Martín. Tal y como están las cosas por aquí es lo mejor que ha hecho. Por cierto, Martín... no habrá en Guinea un ‘trabajito pa’ mí ¿no?
Volviendo al tema que nos ocupa, he de decir que la exclusiva que tengo entre manos no os va a hacer ninguna gracia. El motivo real del viaje de Charly a Estados Unidos no es otro que presentarse al próximo Draft de la NBA. Es una información que llevo elaborando desde hace varios días, y todas las pruebas me conducen a un único camino: Señores, Carlos Álvarez García nos está haciendo la 13-14, la jugada de la blanca doble o como la queráis llamar. Hablando en plata, Charly deja tirado al Mireste cual Juande Ramos de la vida.
Sé que la mayoría de los integrantes de la plantilla estaréis resoplando de alivio, mientras decís para vosotros mismos: “menos mal, no sabíamos cómo deshacernos de él”. Sin embargo, el tiro le saldrá por la culata (nunca mejor dicho), ya que, nada más llegar a Nueva York, Charly se presentó en las oficinas del Madison Square Garden, y espetó en un pésimo inglés: “I want to play here”. A lo que le respondió el propietario de los Knicks en un perfecto andaluz: “¡Pero si tú no 'juega' ni en 'er' Mireste, ‘miarma’!”.
A pesar de la negativa, Charly tiene varios días por delante para seguir intentándolo, por lo que se espera, en las próxima horas, una nueva ofensiva del futuro licenciado en Historia del Arte. Por el bien de nuestro amigo y compañero, y por el mal de nosotros, deseamos que regrese cuanto antes para disputar los Playoffs con el Mireste, porque, y parodiando el slogan de la campaña de Barack Obama: “Charly... ¡No, you can´t!”.
Sinceramente, no sé qué estará haciendo ahora mismo el mayor de la saga de los Abrahams; no obstante, estoy convencido de que en la tierra de los yanquis poco oro líquido va a catar. Allí se hace casi todo con mantequilla, ya que un litro de aceite costaría un tercio de la mitad más un cuarto de la ficha de Kobe Bryant. Es decir: una barbaridad. Vamos, sale más rentable que Charly nos traiga a cada uno una equipación de los Knicks o un ‘cachito’ de la Estatua de la Libertad. Que conociendo a Mr. Álvarez... Impossible is nothing.
En este momento, y a pesar de que llevo escritos dos párrafos, muchos os preguntaréis qué hago aquí. La respuesta es sencilla: esto no es más que una petición expresa de Charly, que me ha confiado la web durante su ausencia. También ha dejado a mi cargo la PS2, una colección de bufandas de fútbol, los ahorros de un año, el libro de Maldini, los 5 Tours de Indurain en DVD, un balón de baloncesto y la pizarra de marras. Espero que el avión de vuelta se choque... digo... que tenga un plácido viaje de regreso.
Plácida no sé, pero la marcha de Martín del equipo ha sido cuanto menos sorprendente. No quiero dejar escapar la oportunidad de desear toda la suerte del mundo a nuestro amigo y compañero Martín. Tal y como están las cosas por aquí es lo mejor que ha hecho. Por cierto, Martín... no habrá en Guinea un ‘trabajito pa’ mí ¿no?
Volviendo al tema que nos ocupa, he de decir que la exclusiva que tengo entre manos no os va a hacer ninguna gracia. El motivo real del viaje de Charly a Estados Unidos no es otro que presentarse al próximo Draft de la NBA. Es una información que llevo elaborando desde hace varios días, y todas las pruebas me conducen a un único camino: Señores, Carlos Álvarez García nos está haciendo la 13-14, la jugada de la blanca doble o como la queráis llamar. Hablando en plata, Charly deja tirado al Mireste cual Juande Ramos de la vida.
Sé que la mayoría de los integrantes de la plantilla estaréis resoplando de alivio, mientras decís para vosotros mismos: “menos mal, no sabíamos cómo deshacernos de él”. Sin embargo, el tiro le saldrá por la culata (nunca mejor dicho), ya que, nada más llegar a Nueva York, Charly se presentó en las oficinas del Madison Square Garden, y espetó en un pésimo inglés: “I want to play here”. A lo que le respondió el propietario de los Knicks en un perfecto andaluz: “¡Pero si tú no 'juega' ni en 'er' Mireste, ‘miarma’!”.
A pesar de la negativa, Charly tiene varios días por delante para seguir intentándolo, por lo que se espera, en las próxima horas, una nueva ofensiva del futuro licenciado en Historia del Arte. Por el bien de nuestro amigo y compañero, y por el mal de nosotros, deseamos que regrese cuanto antes para disputar los Playoffs con el Mireste, porque, y parodiando el slogan de la campaña de Barack Obama: “Charly... ¡No, you can´t!”.